James Nachtwey, cuarenta años de vida y muerte a través de un objetivo
- Belén González
- 1 feb 2017
- 2 Min. de lectura
No podía faltar en este blog una entrada dedicada al estadounidense James Nachtwey, uno de los fotoperiodistas de guerra más destacables de las últimas décadas. Durante más de cuarenta años ha trabajado en campos de refugiados, zonas de guerra y lugares afectados por catástrofes naturales, por lo que fue reconocido el año pasado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Afganistán, Kosovo, Pakistán, Ruanda, Chechenia, India, Israel, Indonesia o Sudáfrica son solo algunos de los destinos a los que le ha acompañado su cámara de fotos, con la que ha mostrado al mundo la realidad de la guerra en su versión más cruda y sin filtros. "Hay un trabajo que hacer... contar la verdad. ¡Lo que deseo es hacer despertar a la gente!".
A pesar de haber recorrido el mundo de conflicto en conflicto, siempre ha tenido como lugar de regreso su Nueva York de origen, donde también fue testigo de los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre. Algunas de sus colaboraciones más significativas han sido con la pionera agencia Magnum y con la revista Time, hasta que en 2001 funda su propia agencia, la VII Photo Agency.
Además, ha sido galardonado con el World Press Photo dos veces (1992 y 1994) y con la medalla de oro Robert Capa hasta en cinco ocasiones. El propio Nachtwey es consciente de la dureza de su fotografía, en un intento de conectar con los espectadores a "nivel humano", de agitar conciencias a través de la denuncia de crímenes contra la humanidad.
"I have been a witness, and these pictures are
my testimony. The events I have recorded should
not be forgotten and must not be repeated."
"He sido un testigo, y estas imágenes son
mi testimonio. Los sucesos que he captado no deberían
ser olvidados y no deben ser repetidos"
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