Refugiados y Periodismo
- Belén González
- 20 ene 2017
- 4 Min. de lectura

Los periodistas tenemos un papel clave para dar visibilidad y voz a las personas refugiadas ya que, por lo general, la gran mayoría de los ciudadanos sólo conocen lo que sucede en el mundo a través de las noticias, principalmente de la televisión. La realidad es que si preguntas en la calle por la guerra, prácticamente todo el mundo responderá Siria, precisamente porque es el conflicto que se trata diariamente, olvidando el resto de enfrentamientos que existen en el Sudeste Asiático, Oriente Medio o Centroáfrica.
No obstante, del total de setenta millones de refugiados que existen en 2017, solo doce millones son sirios (más del 50% de su población, que abarca veinte millones de personas). Además, se tiene la creencia generalizada de que un refugiado es aquel que llega en masa a las costas o fronteras de los países, cuando ciertamente una única persona que se ve obligada a huir de su hogar por razones políticas, religiosas o debido a su orientación sexual -cualquier circunstancia que le lleve a ser perseguido-, cuenta también con el estatuto de refugiado.
Es, por tanto, responsabilidad de los medios de comunicación ofrecer una información lo más ajustada posible a la realidad, dado que la inmigración y los desplazamientos son temas a la orden del día, tanto en el conjunto de Europa como en España, donde los titulares sobre intentos de traspasar la valla de Melilla o los rescates en el Mediterráneo son recurrentes. Desde ACNUR se destaca la importancia de utilizar una terminología adecuada, contrastar adecuadamente las fuentes y difundir mensajes que "ayuden a cambiar conciencias".
La Carta de Roma del 12 de junio de 2008 estableció una serie de puntos para tratar la información sobre personas refugiadas con el máximo cuidado posible, atendiendo además a una protección especial de los menores de edad de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y a los principios de la Carta de Treviso: "respeto a la verdad en cuanto a todos los eventos que son objeto de la cobertura de los medios de comunicación".
Acuerdos de Carta de Roma entre el Consejo Nacional de Asociaciones de Periodistas de Italia y la Federación Nacional de la prensa italiana de acuerdo con ACNUR:
a) Adoptar una terminología adecuada para ofrecer la información a los ciudadanos con el máximo respeto a los hechos.
b) Evitar la difusión de informaciones imprecisas o distorsionadas sobre solicitantes de asilo, refugiados inmigrantes y víctimas de trata. Se llama la atención especialmente de los responsables del contenido editorial, debido a que una utilización superficial del vocabulario puede derivar en un estado de alarma innecesario entre la población.
c) Tomar precauciones para garantizar la seguridad y la imagen de las personas refugiadas que soliciten o se presten a hablar con los medios, para evitar que su familia o ellos mismos sean objeto de represalias en su país de origen o de organizaciones criminales. Es importante tener en cuenta de que estas personas pueden pertenecer a cualquier nivel socio-cultural, y que no en todos los casos pueden ser plenamente conscientes de las posibles consecuencias de acceder a contar su historia y exponerse públicamente en los medios de comunicación de otro país.
d) Consultar a expertos y organizaciones especializadas en la materia siempre que sea posible, para ofrecer al público la información en un contexto claro, comprensible y completo que explique también las causas de este fenómeno.
ACNUR presenta por su cuenta un folleto sobre medios de comunicación y refugiados con la intención de ayudar a los profesionales del periodismo a cubrir de la mejor manera posible las informaciones sobre ese colectivo, tanto a nivel nacional como internacional. Las tres maneras a través de las que intenta facilitar la labor a los periodistas es explicando la terminología concreta, proporcionando algunos consejos sobre la realización de entrevistas a refugiados sin poner en peligro su seguridad, y orientando sobre la toma de fotografías y grabaciones, en lo que nos centraremos debido a la temática de este blog:
a) Autorización: para realizar una entrevista a una persona refugiada o tomar imágenes del lugar en el que se vive, el periodista debe pedir permiso al afectado, ya que exponer su identidad podría ponerle en peligro a él o a su familia, tanto en su lugar de residencia actual como posiblemente en su país de origen. Se debe respetar el deseo del entrevistado a ser o no fotografiado o filmado. En caso de negativa se pueden ofrecer las posibilidades de tomar las fotografías o grabar el vídeo de espaldas, a contraluz, con la cara pixelada o la voz distorsionada si fuese necesario.
b) Sensibilidad cultural: es importante tener en cuenta la cultura de la persona a la que se pretende fotógrafiar, ya que en algunos casos puede considerarse una práctica problemática. Se recomienda ponerse en contacto con trabajadores humanitarios o líderes de las comunidades sobre las que se pretende informar para asegurarse de los límites que existan en cada caso.
c) Otros recursos fotográficos: ACNUR cuenta con un amplio archivo de fotografías tomadas por profesionales en terreno que pueden utilizarse para su difusión sin cargo alguno, siempre y cuando se respete la autoría, no se expongan fuera de contexto y no se modifiquen. Se pueden obtener de este modo imágenes representativas de los temas de refugio, desplazamientos, apatridia, o incluso de Embajadores de Buena Voluntad y colaboradores de la organización de todo el mundo.
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